- Muchas veces siento miedo. Y aún así, cuando es necesario, sigo adelante y me enfrento a todo. La bruja de Portobello – P. Coelho.
- El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma. Aldous Huxley (1894-1963) Novelista, ensayista y poeta inglés
Estas frases son célebres porque se explican por sí solas. A diario nos enfrentamos a muchos miedos, desde los más tontos y aparentemente inofensivos hasta aquellos que nos privan del placer de vivir: a la oscuridad, a la soledad, al fracaso, a sufrir, al dolor, a amar o al desamor, a la deslealtad (o infidelidad según el caso), a morir, a vivir, al rechazo, a invertir, a tomar decisiones importantes, a salir de nuestra zona de confort para dar un paso postergado, miedo a arriesgar, a hablar o a callar… Incluso hay personas capaces de inspirarnos temor…
He estado digiriendo esto desde anoche, planteándome alternativas reales (para que luego no digan que es más fácil decir que hacer y que no sé de lo que hablo), para enfrentar este sentimiento tan humanamente real. Concluyo:
- Lo primero es aceptarlo.
- Asumirlo.
- Enfrentarlo y la única forma de hacerlo es con voluntad. Si me da miedo las alturas y no empiezo escalando de poco a poco, jamás lo venceré. Esto no es un acto de milagro, es una cuestión de fortaleza, voluntad y fe en sí mismo.
- Si me cuesta el 3, entonces, también debo reconocer que necesito ayuda. No poder hacerlo solo, no significa que soy débil, si no que tengo el coraje para buscarle remedio a mi situación. Y me puede ayudar desde mi perro (son excelentes guías y terapistas) hasta un profesional de la medicina (y OLVIDEN eso de que los psicólogos o los psiquiatras son para locos – recuerden que las fobias también se basan en miedos). Cada quien decide la fuente de ayuda (personas, libros, naturaleza, etc.), solo procuren elegir bien para no empeorar la condición.
- Vencer. Así como cada día trae su instante mágico, también trae sus conflictos. Darle vuelta al asunto, es solo hacernos pendejos. Puedes viajar a China y ese miedo se irá contigo, como un problema del que no puedes escapar.
Se me hace que los miedos físicos, son menos dañinos en la escala (a menos de una enfermedad comprobada), que los miedos emocionales, esos que nos carcomen desde adentro y pueden apagar nuestra luz interior, nuestro brillo exterior. Aún a pesar de pedir ayuda, por principio fundamental, el cambio o la decisión hacia ella, depende enteramente de cada quien, no importa cuánto te quieran ayudar, si no pones de tu parte, será infructuoso.
De pequeña, tenía miedo a la oscuridad y a dormir sola, y lo vencí luego de muchos trasnochos, llantos y angustias. Ahora necesito de ésta para interiorizar, meditar, pensar y sobre todo cuando me dan esos ataques de migraña (qué miedo, ja,ja,ja…). Conforme crecemos, nuestros demonios interiores se encargan de alimentar miedos más profundos. A perder, a ganar (por lo que eso implique), a soltar (apegos). La realidad debe permitirnos pisar fuerte y en tierra. Para el miedo = VALOR. Que esa sensación que invade y aprieta nuestro vientre o nuestra garganta, no nos impida caminar de frente y erguidos. Hoy les deseo mucha voluntad. Que el Universo conspire para vencer. ¡Atrévete! Bendiciones,
No olviden dejarme sus comentarios.
GG
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