“Cuando alguien parte es porque otro va llegar”. El Zahir – P. Coelho
Este pensamiento me ha sacado una ligera sonrisa ladeada desde la comisura de mis labios. No creo que necesite mucha interpretación, pero me remito a las palabras para dejar por sentada mi opinión.
En la práctica, siempre que algo termina, aún contra mis deseos interiores, es un preludio de lo que está por venir (generalmente mejor). No solo cuando la pareja decide guindar los guantes y tomar la vía de escape por las razones que sean; no solo cuando un ser querido pasa a mejor vida; también ocurre cuando trascendemos a nivel profesional para obtener nuevas experiencias, cuando abandonamos el nido por estudios o porque ya nos toca volar con alas propias… Tan sencillo como que la noche parte porque nos merecemos un nuevo amanecer (jamás una noche ha vencido un amanecer).
Cada uno tiene hoy su historia andando, siendo protagonista, quizás con alto rating debido a las inverosímiles cosas que le acontecen… Tranquilos, estables, felices, esperanzados, abandonados, con sentimiento de culpa, arrepentidos, frustrados, dispuestos o voluntariosos… Así que según esas emociones es bueno recordar que cuando algo acaba, es porque estamos frente a un incipiente inicio (Alpha & Omega). Es como una ley física (aunque sé muy poco de esto y recurro al sentido común): todo lo que sube, baja.
Mi papá me dijo una vez: hasta el sol se oculta tras los celajes, y no por eso pierde su brillo. No nos aferremos a cosas, personas, sentimientos o lugares, aligeremos la carga. Los apegos son un peligroso círculo que terminan en decepción porque cuando nos hacemos expectativas, generalmente quedamos apabullados ante los resultados. “Aceptar las cosas como vienen y fluir como el río”. Muy corriente es decir: si del cielo te caen limones, aprende hacer limonadas”, pero es verdad… Yo me he preparado y tomado mi buen par y llegan a refrescarme el alma luego de la tempestad.
Miremos con brío todas las puertas (oportunidades) que hay por delante. A veces entre lágrimas enjugadas y confusión, miramos hacia atrás queriendo corregir o añorando… Es puro aprendizaje, y es en las peores circunstancias en la que el ser humano aprende y se fortalece. Debemos tener confianza en nosotros mismos y no descartar para los que tenemos FE, que lo que parece imposible para el hombre es posible para Dios.
¡Ánimo! Para aquellos que se sienten perdidos, sin brújula, sin norte o que viven la vida porque sí, sin propósito, sin curso… no están solos. Salgan al encuentro de su nuevo inicio y échenle ganas. Un abrazo de oso para todos y excelente día. Bendiciones guerreros,
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