“Las pruebas pueden ser más duras de lo que esperamos. Pero son necesarias para el aprendizaje. Y cada una de ellas nos aproxima más a nuestros sueños.” Manual del Guerrero de la Luz
Hay muchos guerreros a mi alrededor en postura de batalla, enfrentando duras y extrañas pruebas y tratando de vencer esos demonios interiores que todos tenemos de una forma u otra. Así que me parece propicio dedicarles este pensamiento.
Todo en la vida acontece con un propósito, que a veces no comprendemos y cogemos soberanas turcas tratando de racionalizarlo, sin tomar en consideración que esa situación por la que atravesamos tiene un enorme aprendizaje. Dos importantes profesionales de la mente humana me regalaron sabiduría en estos últimos 3 años:
ü Hay 3 tipos de personas: “el estúpido” que anda por la vida dándose con las mismas piedras y no sale de su propio círculo de golpes. “El inteligente” que aprende de sus errores… Y “el sabio”, que aprende de los errores de los demás. Continúo: Solo Dios, las piedras y los estúpidos no cambian.
ü “Soltar”. Hay que aprender a soltar y eso se refiere a los apegos de todo tipo. Cuando sientes que te ocurren situaciones reiteradas o que solo atraes tal o cual tipo de persona a tu vida, es porque aún no sueltas, y todavía tienes algo que aprender esas experiencias. Mientras no lo hagas, el rompecabezas seguirá sin completarse. No lograrás elevarte al siguiente nivel.
No tengo la varita mágica ni para resolver mis propios dilemas, lo que sí me funciona, cuando siento desesperación inquietante es pedir intervención Divina (como sea que cada uno le llame), es un método efectivo y en mi caso, sí creo en el poder de la oración. Muchos pensarán: ahh! Es más fácil decirlo que hacerlo, ella no sabe lo que estoy pasando o lo que me he esforzado, que ni siquiera me merezco esto o aquello. Pues resulta que la vida es una cuestión de “actitud”. “Mansedumbre” como me decían ayer, para estar atentos a los mensajes que recibimos a nuestro alrededor, para captar los instantes mágicos y las decisiones oportunas, pero también “acción” porque ningún niño viene con el pan bajo el brazo si sus padres no se lo proveen con esfuerzo.
No dejen de soñar, y cuando lo hagan, que sea en grande… Mientras insistan en ello, estarán más próximos a materializarlos, con tenacidad, voluntad, fortaleza de espíritu y fe en nosotros mismos. Si lo analizan con objetividad, es de las pruebas más duras, de las que más aprendemos, las que nos hacen más fuertes, más sabios, probablemente porque maduramos o crecemos por la vía difícil. En estos tiempo, hay que abrazarse fuerte a los principios (por pocos que tengamos), y no dar tregua. Enjuga tus lágrimas si tu corazón llora. Grita si libera tus sentidos. Habla si engrandece tu espíritu. Apóyate sobre una rodilla si necesitas descanso, pero mira siempre en todas direcciones, toma impulso, sujeta firme tus armas (talentos y dones) y “sigue”. ¿El límite es el cielo? No. Lo es el Universo y siempre va conspirar si lo sientes.
Mañana no habrá pensamiento, será una reflexión chistosa dirigida a los panameñitos vida mía. Bendiciones para todos,
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