He buscado en frases célebres y no encontré nada. En Wikipedia y lo explican en la línea literaria y musical. La Real Academia de la Lengua Española ofrece 4 definiciones y la última dice: sentimental, generoso y soñador.
Este es un tema al que me negué a abordar de forma rotunda porque no estoy muy segura de ser objetiva. Pero luego de unas lágrimas por absolutas carcajadas, prometí que lo haría. Todo empezó así:
Fan: ¿Hoy día hay romanticismo o está desapareciendo? ¿O, es que necesitamos ser inyectados por la magia de Hollywood?
Gina: ¿No entiendo?
Fan: en el día a día existe romanticismo o es que necesitamos a través de una película entender que estamos diseñados para amar, pero que con el estrés de lo cotidiano, más todos los problemas que vivimos hacen que esto ya no sea como antes: las canciones y las poesías de antes eran un tributo al amor. Hoy se le compone a la violencia y al SEXO. Ojo, que no es malo, pero tampoco es lo que debe mover al mundo.
Es que acabo de ver una película y ayer vi TED y percibí que aunque el osito era un maleante medio pervertido (ja,ja,ja), floreció el amor – por la amistad, por la pareja. Hubo romanticismo en la película.
Comercial: yo ya sabía por dónde venía la vaina.
Gina: quisiera responder eso, pero en mi vida, hoy, hay tan poco romanticismo… Quizás las películas se crean con ese propósito para que esto no se pierda. Ahora, cantan y componen lo que se vende y no tengo que entrar en detalles al respecto. El sexo vende, el amor lamentablemente no. Muchos lo perciben como cursi, pasado, old fashion. No veo nada de romántico en lo que viven algunas amistades y conocidos que están pasando por un divorcio, esa moda no me gusta. Quizás buscamos romanticismo en lugares o personas equivocadas.
Fan: ¿pero se supone que en principio hubo? Por lo menos las parejas de nuestra infancia (nuestros abuelos, padres, tíos, etc.). ¿O será que el romanticismo es algo cultural o de ciertas épocas? ¿O le damos romanticismo a las personas que no van en sintonía con nosotros?
Gina: ¡$&(%”)&$”(… ¿por qué me haces esto? Yo no sé. Yo soy supremamente detallista y no sé si esto se defina como romanticismo. Sé que quieres que hable de esto, pero ¿no podías pedir algo más fácil? Siento que el romanticismo está siendo tan efímero como el amor del siglo XXI.
Esta conversación por blackberry, fue editada, extraje lo principal para que se rían y vean cómo y por qué surgen algunos temas. Luego de esto mi mente empezó a divagar, salí de la comodidad de mi cama para buscar en internet inútilmente.
Amar es una decisión y como tal no pasa de moda. Siempre escuchamos que el amor se cultiva, aja… Nos están hablando de romance. He puesto a “romanticismo” desde todos los ángulos posibles, hice un flashback para buscar momentos románticos en mi propia vida y en las que conozco y noté que hay muchos. El ejercicio fue sano porque me hice los mismos cuestionamientos que mi fan. ¿Es el privilegio de algunos? ¿La suerte de otros? ¿Pertenece a una época en particular? ¿Se practica más en otros países, otras culturas? ¿Dónde está?
Creo que sería interesante que se lo preguntaran porque descubrirán interesantes respuestas en su mente y en su corazón. Antes de dar mi opinión “objetiva” (no quiero ser pasionista y menos escucharme insensible o desilusionada), me gusta regalar ejemplos reales:
ü Creatividad: le comenté a mi fan sobre algunos hechos en su vida que me parecían románticos. Recuerdo aquella ocasión (aniversario o cumpleaños), en que aún vivía con su pareja en casa de sus padres y esa había sido una quincena difícil. Me dijo que como en la casa no había intimidad, le iba a tocar innovar y preparar una cena ligera, copas, un buen vino (o champaña, eso sí no preciso con exactitud) y la recibiría dentro del auto para celebrar y asumo que lo hicieron de todas las formas. Probablemente para muchos esto suene a que él es un runcho o un miserable. No sé cómo lo interpretó la homenajeada, pero para mí fue lo más original y romántico, según las circunstancias del momento.
ü Sentimiento: hace pocos días fue el primer aniversario del fallecimiento del papá de mi mejor amigo. Le pregunté cómo se sentía, pero hice especial énfasis en cómo se sentía su mamá. Después de más de 40 años casados, cosa que ya no se ve, y siendo mujer, me puedo imaginar los sentimientos encontrados de la tía. Pero también celebré este año las bodas de oro de otros tíos y verlos agarrados de manos y bailar nuevamente frente a todos… Me erizo de emoción solo de poner esa imagen en mi mente.
Recordé que mis abuelos paternos, siempre iban juntos a recoger su cheque de jubilados y luego de compras al supermercado. Lo sé porque yo iba con ellos; es unas de esas memorias indelebles que no se borran. Siempre juntos y sé que en esos matrimonios de antes, había mucho trapo sucio, pero duraban aún con los altibajos de cualquier relación, unidos por amor, por compañía, por convicción… Sé que ahora estarán pensando: es que se aguantaba mucho y eran otras condiciones. ¡Sí! Pero duraban, porque era su decisión y eso es romántico.
ü Sorpresa: ¿qué puedes hacer para que la persona que amas, a quien le apodan “el grinch” tenga una Navidad inolvidable? Yo compré 17 regalos y los enumeré. Había de todo lo que le gustaba (y más) en el paquete navideño: sweetars, un carrito a control remoto, una bata de baño, hasta un Waoooo, esto sí que no lo esperaba... Claro, necesité la ayuda de un secuaz para esconderlos por toda la casa sin levantar la menor sospecha… Y ese 25 de diciembre fue inmortal. ¿romántico eh?
ü Sagacidad: ¿te han dicho públicamente que te aman, sin que los demás lo sepan? ¿Una clave secreta que te hace reír y te sonroja al mismo tiempo? A mí sí, y aunque también me lo dijeron a vox populi, para mí era la máxima puntuación del romance y no costaba ni un real.
ü Complicidad: el esposo de una amiga quién pasó por quimioterapia, se cortó el cabello al ras, al mismo tiempo que ella para solidarizarse con esa traumática etapa del proceso… Muestra de amor, lealtad y romanticismo.
Como estos, muchos ejemplos tradicionales y locos: flores, serenatas, canciones dedicadas, cartas o tarjetas de amor, gringoladas (como un rótulo pegado a una avioneta que dice: ¿te quieres casar conmigo?), cenas, luz de luna o brillo de sol, en la tierra, en el mar, en el aire…
Antes parecía una iniciativa de género, se esperaba este comportamiento por parte de los hombres cuando estaban enamorando a una mujer. Creo que luego, hubo igualdad de posiciones. Hoy, parece una especie en peligro de extinción.
El romanticismo no tiene mucho que ver con dinero, sino con detalles la mayor parte de las veces, inesperados. Claro que inviertes dinero, pero lo más importante es que dedicas tiempo y eso, no tiene precio. Es esa chispa que te recuerda a diario lo especial que eres para otra persona o que te empuja a hacérselo sentir a tu ser amado. Lo puedo comparar con la belleza, maestría y admiración que producen los fuegos artificiales. No los vemos todos los días, pero siempre que se puede, nos resultan hermosos, y por fuerza nos obliga a detenernos, inclinar la cabeza y disfrutar con la mirada el espectáculo. En mi caso, recuerdo levantarme a la 1, 2, 3, 4 a.m. o la hora que fuese a preparar café y una deliciosa lonchera, y los que me conocen, saben que no tengo hijos… Invertí tiempo, no dinero; porque podía, porque quería.
Hay una delgada línea entre el romanticismo, la ridiculez y la insensatez:
1. Romanticismo: planear una fiesta sorpresa y pedir matrimonio de rodillas declarándole tu amor a la persona que amas (no solo los hombres declaran amor o piden matrimonio, que conste).
2. Ridiculez: mandar un ramo de flores de US$100.00 para declararle amor a tu pareja, luego de que ésta se entere de que sales con ella y con cinco más al mismo tiempo (aplica para ambos géneros).
3. Insensatez: invertir una suma extravagantemente absurda en un anillo de compromiso, una fiesta de bodas y no tener una casa donde vivir (el colmo de lo absurdo).
No soy maestra en esta cátedra, pero como todos, en algún momento he disfrutado de dar y recibir romance. En esto, todos somos jugadores, mientras más lo practiques, más perfeccionas la técnica y mejor te sale. Se nos olvida algo que es parte de nuestra propia naturaleza, nacemos diseñados para amar y aunque en ocasiones duele, es un proceso que llena y deja aprendizaje. Por ende el romance está en cada uno, es la expresión de lo que somos cuando amamos. Que nada, ni nadie roben esa espontaneidad que se genera cuando quieres a alguien. El romance entre pareja es sublime, pero es igualmente bello entre amigos, entre familia… No debe depender, ni perderse en aquellos que no lo aprecian, porque siempre habrá alguien que suspire, que agradezca, que sonría, que llore de felicidad por tu gesto… El tiempo pasará, tal vez tú pasarás, pero ese recuerdo siempre queda inmortalizado en la memoria de quien lo recibió, y eso paga con creces todo lo demás.
Atrévete a regalar instantes mágicos, desde un ¡que radiante luces hoy!, hasta cruzar kilómetros, romper con el tiempo y con la distancia, si fuese necesario. Deja de envidiar o anhelar el romanticismo de otras parejas y practícalo en la tuya. No esperes, “da”. Dale romance a tu pareja, a tus padres, a tus hijos, tus amigos, tu hermano, dale romance hasta a tu mascota.
El romanticismo no es una cuestión de época, cultura, no es exclusivo de nadie, y por si las moscas, me alegra ver que los raperos (reggae latino), están dejando a un lado la onda de la violencia para cantarle al amor en todas sus facetas, poco a poco, pero hay cambio. Y para cerrar con las definiciones de la Real Academia de la Lengua Española, sueño con el romance, creo en el amor a pesar de todo y estoy convencida de que Dios es muy generoso con nosotros, nos enamora, cada día, cada hora, cuando veo un amanecer, cuando veo un atardecer, cuando nos regala un arco iris, no importa qué tan aburrida o maluca fue mi jornada, esa manifestación de amor me arranca una sonrisa de oreja a oreja (aunque algunos quieran darme la explicación científica que produce el arco iris, se la ahorran porque eso es amor de Dios). Enamórate de ti y enamora a todos aquellos a quienes amas, es tarea de hoy.
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