Sexo, pudor y lágrimas es un largometraje mexicano dirigido por Antonio Serrano estrenado en 1999 y que he tenido la oportunidad de ver varias veces. Sin embargo, la temática de la película (lucha entre géneros), no se vincula en mucho sobre las siguientes líneas.
¿Nos ha pasado que en reuniones de amigos, familia, compañeros, al final siempre sale a relucir algún tema de connotación sexual? Muy variables, subidas de tono y a veces con el ají picante que le gusta al panameño: “conozco una pareja que al marido lo pillaron en cuatro… Yo lo hice en el elevador del edificio de fulanito… Hay que coger todos los días… A mí no me gusta el sexo, me da pereza… Esa tipa es un mujerón, tremendo polvo… Ese hombre, mmm, es ese hombre… Sutanito lo tiene chiquito… Resultó ser puro tilín tilín y nada de paleta, ¡qué plomo! Aquella anda con el marido ajeno, es una… Sutanita parece una barbacoa ambulante la pobre, de tanto queme que le da el marido… ¿Sexo oral? ¿Sexo anal? ¡Ah no! Eso se creó con un solo propósito, todo sale, nada entra. ¿Cuál es el sitio más atrevido dónde lo hiciste? Yo prefiero con poca luz y en las noches…”
¿Han estado en medio de conversaciones como estas? No hay que preguntarlo mucho, porque la respuesta es sí. Y a veces, las vivencias se disfrazan como anécdotas de “otros”, cuando en realidad son situaciones por las que hemos pasado por más inverosímiles, atrevidas o vergonzosas que parezcan.
Y es que el sexo, uno de los más deliciosos placeres de la vida desde siempre ha generado controversias. La forma en que hemos sido criados, el ambiente, la religión, la cultura y la sociedad en la que nos desenvolvemos llenas de dualidad ética, de hipocresía moral y pudor mediocre, más que enseñarnos, nos convierte en decorosos o muy pervertidos individuos, sin la sanidad mental suficiente para ver las relaciones sexuales desde todas sus perspectivas y con la naturalidad que amerita. Algunos por ignorancia y otros que desafían todo lo “correctamente viable”. Nos convertimos en víctimas de nuestros propios tabúes.
Sin tener especialidad alguna en el tema, pero habiendo leído como muchos, y escuchado como otros (cada vaina), hay genuina certeza en ciertos hechos independientemente del género:
- El acto sexual contribuye a la relajación
- Es una válida necesidad biológica y psicológica como lo son comer o descansar
- Lo aceptemos o no una buena sexualidad ayuda a la persona a mantener una autoestima alta, a que confíe en sí misma
- Consensuado es rico, ¿o no?
No pretendo dar cátedras, pero me queda claro que cuando tocamos esta amplia materia surgen pasiones. En lo particular, pienso que todo lo que una pareja y dentro de su relación determinen como legítimo o aceptable, es completamente válido, siempre y cuando no vaya el perjuicio de la vida o de la salud. Y ojo, que no estoy alentando a nadie al descontrol, sino a disfrutar de su propia sexualidad. Conocer su cuerpo, pues qué tipo de placer puedo obsequiar si no estoy consciente de lo que soy o de lo que tengo. Este es un trabajo que requiere romper ciertos paradigmas para que los más jóvenes e incluso nosotros mismos fluyamos con información veraz. Llamarle a las cosas por su nombre, ser responsables con nosotros y con los demás, porque lamentablemente la realidad nos indica, que aún en el lecho nupcial, todos estamos expuestos, de allí que el compromiso sensato parte por uno mismo y por aquello que no nos gustaría que nos hicieran.
Por lo tanto, si te gusta de día o de noche, en la cama o en el asiento trasero del carro, si gozas plenamente de tu sexualidad o te reprimes, si lo hablas con naturalidad o lo callas con vergüenza o por ignorancia, si ya conoces todas las posiciones del kamasutra o todavía quieres experimentar, si has tenido un orgasmo o no tienes idea de lo que es, arriba o abajo, atrás o adelante, anal o vaginal… ¡Aprende, vive y cuídate! No se pasa pena por no saber, sino por no preguntar.
Estoy más que anuente (porque lo vivo), de que pasamos por momentos de crisis social, hablando en términos de relaciones de pareja, matrimonio y familia. No sé si es una moda, un reflejo o una advertencia, por doquier el desamor se impone y los divorcios están a la orden del día (lo cual me entristece y me horroriza porque siempre estaré a favor de la familia). Esto no parece tener nada que ver con el sexo, pero sí hay relación. Hay mucho soltero, viudo, divorciado sin aparentes opciones. Entiendo por qué, además, también hay mucha gente estresada, amargada e infeliz y aunque se rían, el sexo tiene mucho que ver. Les comparto un párrafo literal que encontré en internet:
“El sexo nos proporciona placenteras satisfacciones que se transforman en mantener una buena salud. No en vano, en el aspecto psicosocial, tendemos a sentirnos más alegres, optimistas y felices cuando mantenemos una relación sexual con otra persona, que cuando no lo hacemos”.
Otra vez, no estoy alentando a nadie, a usar pareja prestada o andar en sinvergüencerías, aún con la sequía (con pareja o no porque hay algunos casos de sequía aún teniendo el río al lado). El que tiene pareja estable, que la disfrute, la valore y la proteja. El que está usando pareja prestada, ¡cuidado! fluidos entre tres (o más), siempre trae problemas de todo tipo. El que está solo, pero no se priva del placer, ¡felicidades! Comprobado científicamente está, que la masturbación es saludable. Y el que está solo, amargado y fuera de la paila, mmm, la vida es muy corta, encuentre algún tipo de placer que le haga levitar. Los que han elegido el celibato por voluntad y vocación, pues, punto y aparte porque ese es otro tema respetado y espiritual.
Cierro, basada en experiencia propia. Las relaciones sexuales, a veces llamadas románticamente “hacer el amor”, se practica por lujuria (que es un pecado capital, pero lo menciono en la línea de la sensualidad pura), por necesidad o por amor. Sé, que cuando hay una combinación de las tres, es el mejor momento en la vida.
A un lado la excesiva doble moral y el rol prejuicioso de juzgar a los demás si nunca has estado en una situación similar. Disfruten responsablemente.
PD. Me salí de la línea reflexiva con premeditación y alevosia. Es probable que muchos se asusten, otros se rían, pero creo que estamos llamados a expresarnos y la mayor verdad es la que vivimos en carne propia. Hoy me dijeron que los mejores placeres de la vida se escriben con C, pero lo voy a dejar a la imaginación de cada quien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario