domingo, 2 de septiembre de 2012

Afronta las pérdidas

Ø  Cuando estamos ante una pérdida, de nada sirve intentar recuperar lo que se fue, es mejor aprovechar el gran espacio abierto y llenarlo con algo nuevo. Teóricamente, toda pérdida es para nuestro bien; en la práctica, es cuando cuestionamos la existencia de Dios y nos preguntamos: ¿merezco esto?
Ø  Quien está realmente comprometido con la vida, jamás deja de caminar.
Aleph – Paulo Coelho

Nunca he sido buena para ofrecer condolencias.  Díganme infantil o insensible, pero a menos que haya pasado por una situación similar, me cuesta decir con sinceridad “lo siento.  Por eso es que mis seres queridos saben que yo me remito a unas líneas, ya sea por correo electrónico, a través de una tarjeta o de una carta.

Hay tantas cosas que perdemos en el camino: padres, hijos, familiares, amigos, mascotas, trabajo, casa, carro, dinero, matrimonio, salud, hasta el avión perdemos… Es un inevitable de la condición humana.  Lo que me ocupa, es cuando veo que se pierden el amor, la fe, la esperanza, la verdad, la dignidad, la solidaridad, la educación, la sensibilidad, la armonía, la sensatez, el sentido común. Esto sí que me desarma. Y cuando experimento esto entre los que quiero, siempre pido intervención Divina para ser un instrumento de paz, lo cual tampoco es fácil.

Para los que hemos perdido seres queridos… Nadie pierde a nadie. Solo mueren aquellos a quienes olvidamos.  No importa si lo tuvimos en nuestra vida pocos segundos, o si se convirtieron en verdaderos ejemplos a seguir, una costilla de nuestro cuerpo; si fueron muy buenos o les idealizamos, o si marcaron nuestra existencia con experiencias que nos hicieron crecer a las malas… Si anidas en tu mente y en tu corazón, el mejor recuerdo, jamás muere.  Solo pasa a otro plano.  Si te regaló muchos o pocos instantes mágicos, agradece y aprende, regala un poco de eso… Si no fue así, no repitas, no te quedes en el círculo.

Digan en vida lo que piensan, lo que sienten porque son cuando se necesitan, cuando representan alimento para el espíritu. Y nuevamente, suelten.  Estamos en este camino con el propósito de aprender, crecer y compartir.

Para tantos otros que han perdido la brújula (todos pasamos por eso), y que generalmente cuestionamos a Dios --- digo, alguien tiene que cargar el muerto cuando hay desdicha; sean conscientes de sus limitaciones, pero busquen, exploren y exploten su potencial. Creo que también lo he mencionado, pero por si acaso, recuerden que solo Dios, las piedras y los estúpidos no cambian.  Tienen el bolígrafo en su mano para reescribir su historia… ¿Es que ya no tengo fuerzas?  ¿Estoy agotado de esforzarme y nada? ¿De nada me vale ser “buena gente”?  Ay por Dios, lo peor es sentir lástima de sí mismo, es exactamente eso lo que van a inspirar a los demás.  Con firmeza busquen coraje y voluntad en su interior.

En estos días muchas personas que estimo, han pasado por pérdidas duras.  Yo misma he tenido las mías y lucho a diario con mis demonios interiores, pero mi luz siempre se impone. Por eso quería regalarle estas líneas de fortaleza con la certeza de que hay cosas, personas, vivencias que no se olvidan, sino que se aprenden a vivir con ellas.  La actitud con que lo tomes o lo veas, siempre hará la diferencia.

Cierro con otra frase que me gusta de Aleph (página 101):
“Muy pocas personas son capaces de recibir algo, incluso cuando les es dado con amor y generosidad.  Parece que el acto de recibir hace que se sientan en una posición inferior, como si depender de alguien fuese algo indigno. Piensan: Si alguien nos está dando algo, es porque somos incompetentes para conseguirlo por propio esfuerzo. O si no: La persona que ahora me da, un día de va cobrar con intereses. O incluso, lo que es peor: Yo no merezco el bien que me quieren hacer”.

Yo he estado allí. Muy digna, muy capaz, yo puedo sola. He sido siempre yo la que ayuda a los demás.  No voy a llorar, no me voy a rendir, Dios me va sacar de esto… Y ¿adivinen? Sí lo ha hecho, pero para hacerlo, tuve que admitir que no podía sola y que para salir a flote, Él necesito poner personas en mi camino para sacarme del fondo o sencillamente para acompañarme durante el vía crucis (incluyendo loqueros profesionales, lo crean o no).  Nadie va cargar la cruz por ti, es tu responsabilidad, pero habrá un ángel terrenal que te dará la mano, que enjugará tus lágrimas, que saciará tu sed, que te dará ánimos para llegar donde sea que te propongas. Aceptar ayuda, sobre todo cuando estamos de duelo por una pérdida, la que sea, no es sinónimo de debilidad, sino de coraje y humildad.

¡Ánimo! Nunca estamos solos.  Vivan intensamente, repítanselo hasta que se les grabe y lo logren.  Nada es descabellado, porque la vida es corta.  Si te quieres tirar de un paracaídas, si te provoca conocer la muralla China, si le quieres pedir perdón a alguien, si necesitas perdonarte, si tu sueño es ir a la luna… Todo es posible.  Tenemos la tarea de amar, aprender y enseñar.

Bendiciones,  

No hay comentarios:

Publicar un comentario