viernes, 16 de septiembre de 2016

No renuncies...

A tus sueños, a ser una mejor versión de ti mismo, a escoger tus batallas y a tomar tus decisiones. No renuncies a la posibilidad de encontrar propósito en la vida…si ya lo hiciste, no desistas y si sencillamente no lo encuentras, quizás no lo necesites para ser.  No renuncies a la intimidad de tus noches, a la luz de tus días, a la palabra que dicta tu consciencia.

Respira… no renuncies a hacerlo. No desistas en ayudar, en perseverar, en sonreír, en abrazar.  No renuncies a caminar bajo la lluvia ni a nadar entre las olas; la belleza de la vida está en la simplicidad de las cosas. Camina, aunque sea entre piedras, sigue tu propio ritmo y cuando necesites detenerte para tomar impulso, hazlo, pero no renuncies a dar pasos. De tus palabras sé el dueño, responsabilízate por lo que dices y por lo que haces; a veces de sabios es callar. Comunicarse es un arte, domínalo y no renuncies a hablar.

Cree con convicción en la fuerza de tu espíritu, en la locura de alcanzar el cielo con la mano, en la nobleza de los niños, en la sabiduría de los ancianos, en la experiencia de tus padres, en la calidez de tu familia, en el cariño de tus amigos… Cree en la posibilidad de lo imposible y rompe las barreras del tiempo, de la distancia, del egoísmo, del ego, de la envidia porque el mundo necesita que generes cambios desde tu corazón.

Renunciar a ti es como morir. Ámate, porque solo en esa medida reflejarás y serás capaz de regalar amor. Cuídate integralmente: en mente, en cuerpo, en emoción, en espíritu. Mírate al espejo con atención cada día, en lo profundo de tus ojos están las respuestas que necesitas para ser lo que quieres.  Apasiónate por algo y en lo que sea que elijas, sé lo suficientemente bueno para llenar tus propias expectativas, y si no, sigue…

Disfruta del aprendizaje que traen los problemas, enfócate en los “para qué”, recuerda que no siempre necesitas respuestas, a veces las preguntas suelen ser más valiosas. No se puede renunciar a experimentar o a enseñar.


No tienes que vivir como si fuera el último día, pero procura “vivir”, un día a la vez. Canta, crea, corre, ríe mucho, ama aún más. Nuestro corto camino por la vida está lleno de innumerables instantes mágicos, descúbrelos o haz que ocurran, atesóralos. Cada cual es protagonista de su historia; escribe en tu libro pasajes memorables, apunta a cómo quieres ser recordado. Sé feliz, eso no depende de nadie más que de ti.

GG

jueves, 18 de agosto de 2016

Panamá de escalones y escaladores… de emprendimientos y emprendedores

La relativa relación entre escalar y emprender, me lleva analizar este fenómeno, tendencia, ADN, estilo y/ o decisión de vida, del que mucho se habla y que pareciera estar abocado en el lienzo libre del corazón de las nuevas generaciones, aunque conozco casos reales de magnates cuyo camino inició como un emprendimiento.

Emprender tiene cierta similitud para algo que aunque no hago con la frecuencia que me gustaría,  me genera pasión: escalar… Hay un reto de por medio, un deseo genuino de dar pasos que lleven al logro de este; requiere de coraje, perseverancia, planificación y tiene un margen de error que por momentos nos complica la ejecución, pero siempre hay forma de dar la vuelta e intentarlo otra vez, ya que para la satisfacción que produce ese éxito personal, no hay límite.

Pero, ¿qué es el emprendimiento? Según la Real Academia Española, el término no forma parte del vasto léxico, pero se trata del efecto de “emprender”, que significa tomar el camino con resolución de llegar a un punto. Sin embargo, tanto el vocablo como sus hazañas, tienen edad suficiente para saber que funciona. El término emprendedor1, del francés entrepreneur, es usado para referirse a un individuo que organiza y opera una o varias empresas, asumiendo cierto riesgo financiero en el emprendimiento. Hay otras interpretaciones de esta:

  • 1803: Jean-Baptiste Say: Un emprendedor es un agente económico que une todos los medios de producción, la tierra de uno, el trabajo de otro y el capital de un tercero y produce un producto. Mediante la venta de un producto en el mercado, paga la renta de la tierra, el salario de sus empleados, interés en el capital y su provecho es el remanente. Intercambia recursos económicos desde un área de baja productividad hacia un área de alta productividad y alto rendimiento.
  • 1934: Joseph Alois Schumpeter: Los emprendedores son innovadores que buscan destruir el statu-quo de los productos y servicios existentes para crear nuevos productos y servicios.
  • 1964: Peter Parker: Un emprendedor busca el cambio, responde a él y explota sus oportunidades. La innovación es una herramienta específica de un emprendedor, por ende el emprendedor efectivo convierte una fuente en un recurso.
  • 1975: Howard Stevenson: El emprendimiento es la búsqueda de oportunidades independientemente de los recursos controlados inicialmente.
En la realidad  del siglo XXI, me ha generado mucha curiosidad entender esta dinámica que pareciera nacer del alma de quienes decididamente actúan en pos de un sueño, aunque para ello deben insistir y persistir más de una vez. ¿Qué lo determina, cómo se comporta en Panamá, cuáles son los mayores obstáculos y falencias?

Punto uno: Un asunto cultural – plataforma para alcanzar o anular sueños
El análisis de este camino en Panamá me llevó a descubrir algunas consideraciones interesantes. Según el estudio de Findex 2015 (¿Por qué fracasan los emprendimientos?), hay datos relevantes sobre el comportamiento de este segmento en particular, que explican que este es uno de los países con menos inclusión financiera en Latinoamérica (promedio región 51%).  De allí que la inclusión financiera en el segmento que solo tiene educación primaria o inferior, apenas alcanza el 23%. La propensión de los panameños a tomar un crédito está por encima del promedio de la región (48% vs. 33%), pero solo el 12% de ese 48% tomaría un financiamiento en un banco. Las principales fuentes de crédito en Panamá son: amigos y familiares, seguido por prestamistas informales, que cobran intereses desproporcionados. Y, solo el 43% de la población mayor a 15 años tiene una cuenta bancaria.

Dacil Acevedo, consultora senior en sostenibilidad y responsabilidad social, ratifica que los estudios de UNCTAD (Naciones Unidas) y EMPRETEC muestran a Panamá y a Uruguay como de los países de la región de América Latina con menos emprendedores.​ En el sistema educativo panameño se forma para ser empleados, no emprendedores. En el top of mind cultural de la población en general se aspira a ser empleado, no emprendedor. Hay muchos puestos de trabajo que se han perdido en el sector formal, y que pasan al sector informal bajo la figura de "emprendedores" cuando en realidad es trabajo informal y precario, acotó.

Punto dos: Las condiciones del mercado y las oportunidades
Acevedo destaca en sus comentarios la labor que ha realizado el Centro de Innovación de la Ciudad del Saber, EMPRETEC, Cable Onda (con su semana MiPYME que fortalece capacidades de empresarios y emprendedores),  y más recientemente AMPYME en la promoción del espíritu emprendedor. De acuerdo a los estudios del GEM (Global Enterpreneurship Monitor) la tasa de sobrevivencia de los emprendimientos es aún baja en Panamá. Sin embargo, percibe una oportunidad con los "milennials" como una nueva generación más emprendedora e innovadora que ya no se adapta a las empresas tradicionales y donde el emprendimiento puede ser una opción.

En la práctica, asegura que hacen faltan dos cosas muy válidas a ponderar. Primero, un ecosistema emprendedor público-privado como lo tiene Sillicon Valley en Estados Unidos, que premia la innovación, el ensayo y el error; y, segundo, acceso a capital para las diferentes fases del emprendimiento: capital semilla, préstamos blandos y capital de riesgo para escalamiento.

Actualmente, las empresas que se han metido en microfinanzas en Panamá, no les ha sido fácil porque la escala del país no da para que sea rentable. Las que han sobrevivido están altamente subsidiadas y por ende no son auto sostenibles. En ese sentido, reconoce la labor que hecho Banesco Panamá al enfocarse en el emprendimiento. “No es fácil porque se han enfocado en la base de la pirámide donde hay temas más de fondo como actitud, expectativas y otros temas. Si lo enfocan en la promoción del espíritu emprendedor y pueden dar seguimiento a un par de casos (que no se quede solo en las capacitaciones), pueden dar un par de testimonios del antes y el después sería muy poderoso comunicacionalmente, le daría mucha credibilidad al programa e inspiraría a que más gente se sume”, concluyó. 

Emprendedores Banesco3 es un programa gratuito de formación que brinda herramientas administrativas, gerenciales, personales y técnicas, para mejorar la producción del negocio y hacer más competitivo a los emprendedores mayores de 18 años, cuyo único requisito es saber leer y escribir. Consiste en un curso de 40 horas de duración, dividido en nueve módulos y se extiende en todo el territorio nacional.

Punto tres: Actitud, coraje y perseverancia… el rostro de emprender
En busca de la otra perspectiva, converso con Moraima Sangronis, una docente jubilada y emprendedora innata. “Emprender requiere sagacidad, perseverancia y pasión”, su mirada brillante y su sonrisa cálida, así lo dejan ver. “Yo garantizo la calidad de mis productos; para mis clientes lo mejor”… Y esta escaladora de sueños escritos, puede dar fe de ello porque me he convertido en una adicta a las empanadas, tequeños y cepillados (mejor conocidos en Panamá como “duros”), de la mano experta de Moraima. Su determinación habla mucho de la pericia con la que fija y alcanza cada reto, pero sobre todo con el amor que le pone. Ella es apenas una de las muchas personas que me rodean y que decididamente han optado por esta ruta del “yo puedo, yo quiero”, algunos a medio tiempo o que lo arrancaron como pasatiempo, otros tantos que dejaron sus días de proletariado atrás para sumergirse en esta aventura inundada de aprendizaje. 

Dice sabiamente un emprendedor a quien admiro mucho: “Entendí que para ser un empresario de este siglo, hay que apalancarse en la tecnología, la innovación, la globalización y el conocimiento. No tengo planilla, ni bodegas, mi inversión es mínima, pero lo que más disfruto es ver a las personas desarrollar sus habilidades y aumentar su confianza. Cada día que pasa es un día menos de vida que nos queda. Hay que vivir con pasión”.

En resumen…
Todo emprendimiento3 nace de una idea que, por diversas razones, despierta en una o más personas el interés suficiente como para embarcarse en un arduo e incierto viaje que tiene como objetivo hacerla realidad. Hoy por hoy, gracias a las posibilidades que brinda la tecnología, no siempre es necesario contar con dinero para emprender un negocio; pero ciertos elementos, tales como la voluntad, la perseverancia y la determinación, siguen siendo indispensables.

Dice una frase inédita que “el conformismo es el carcelero de la libertad y el enemigo del crecimiento”. Emprender, sin duda, se trata de una suma de actitud, talento, idea, oportunidad y recursos. Desarrollar la madera para la que estamos hechos.




GG
www.gina-atzel.blogspot.com        
                                                                                                                                

Panamá de escalones y escaladores… de emprendimientos y emprendedores

La relativa relación entre escalar y emprender, me lleva analizar este fenómeno, tendencia, ADN, estilo y/ o decisión de vida, del que mucho se habla y que pareciera estar abocado en el lienzo libre del corazón de las nuevas generaciones, aunque conozco casos reales de magnates cuyo camino inició como un emprendimiento.

Emprender tiene cierta similitud para algo que aunque no hago con la frecuencia que me gustaría,  me genera pasión: escalar… Hay un reto de por medio, un deseo genuino de dar pasos que lleven al logro de este; requiere de coraje, perseverancia, planificación y tiene un margen de error que por momentos nos complica la ejecución, pero siempre hay forma de dar la vuelta e intentarlo otra vez, ya que para la satisfacción que produce ese éxito personal, no hay límite.

Pero, ¿qué es el emprendimiento? Según la Real Academia Española, el término no forma parte del vasto léxico, pero se trata del efecto de “emprender”, que significa tomar el camino con resolución de llegar a un punto. Sin embargo, tanto el vocablo como sus hazañas, tienen edad suficiente para saber que funciona. El término emprendedor1, del francés entrepreneur, es usado para referirse a un individuo que organiza y opera una o varias empresas, asumiendo cierto riesgo financiero en el emprendimiento. Hay otras interpretaciones de esta:

  • 1803: Jean-Baptiste Say: Un emprendedor es un agente económico que une todos los medios de producción, la tierra de uno, el trabajo de otro y el capital de un tercero y produce un producto. Mediante la venta de un producto en el mercado, paga la renta de la tierra, el salario de sus empleados, interés en el capital y su provecho es el remanente. Intercambia recursos económicos desde un área de baja productividad hacia un área de alta productividad y alto rendimiento.
  • 1934: Joseph Alois Schumpeter: Los emprendedores son innovadores que buscan destruir el statu-quo de los productos y servicios existentes para crear nuevos productos y servicios.
  • 1964: Peter Parker: Un emprendedor busca el cambio, responde a él y explota sus oportunidades. La innovación es una herramienta específica de un emprendedor, por ende el emprendedor efectivo convierte una fuente en un recurso.
  • 1975: Howard Stevenson: El emprendimiento es la búsqueda de oportunidades independientemente de los recursos controlados inicialmente.
En la realidad  del siglo XXI, me ha generado mucha curiosidad entender esta dinámica que pareciera nacer del alma de quienes decididamente actúan en pos de un sueño, aunque para ello deben insistir y persistir más de una vez. ¿Qué lo determina, cómo se comporta en Panamá, cuáles son los mayores obstáculos y falencias?

Punto uno: Un asunto cultural – plataforma para alcanzar o anular sueños
El análisis de este camino en Panamá me llevó a descubrir algunas consideraciones interesantes. Según el estudio de Findex 2015 (¿Por qué fracasan los emprendimientos?), hay datos relevantes sobre el comportamiento de este segmento en particular, que explican que este es uno de los países con menos inclusión financiera en Latinoamérica (promedio región 51%).  De allí que la inclusión financiera en el segmento que solo tiene educación primaria o inferior, apenas alcanza el 23%. La propensión de los panameños a tomar un crédito está por encima del promedio de la región (48% vs. 33%), pero solo el 12% de ese 48% tomaría un financiamiento en un banco. Las principales fuentes de crédito en Panamá son: amigos y familiares, seguido por prestamistas informales, que cobran intereses desproporcionados. Y, solo el 43% de la población mayor a 15 años tiene una cuenta bancaria.

Dacil Acevedo, consultora senior en sostenibilidad y responsabilidad social, ratifica que los estudios de UNCTAD (Naciones Unidas) y EMPRETEC muestran a Panamá y a Uruguay como de los países de la región de América Latina con menos emprendedores.​ En el sistema educativo panameño se forma para ser empleados, no emprendedores. En el top of mind cultural de la población en general se aspira a ser empleado, no emprendedor. Hay muchos puestos de trabajo que se han perdido en el sector formal, y que pasan al sector informal bajo la figura de "emprendedores" cuando en realidad es trabajo informal y precario, acotó.

Punto dos: Las condiciones del mercado y las oportunidades
Acevedo destaca en sus comentarios la labor que ha realizado el Centro de Innovación de la Ciudad del Saber, EMPRETEC, Cable Onda (con su semana MiPYME que fortalece capacidades de empresarios y emprendedores),  y más recientemente AMPYME en la promoción del espíritu emprendedor. De acuerdo a los estudios del GEM (Global Enterpreneurship Monitor) la tasa de sobrevivencia de los emprendimientos es aún baja en Panamá. Sin embargo, percibe una oportunidad con los "milennials" como una nueva generación más emprendedora e innovadora que ya no se adapta a las empresas tradicionales y donde el emprendimiento puede ser una opción.

En la práctica, asegura que hacen faltan dos cosas muy válidas a ponderar. Primero, un ecosistema emprendedor público-privado como lo tiene Sillicon Valley en Estados Unidos, que premia la innovación, el ensayo y el error; y, segundo, acceso a capital para las diferentes fases del emprendimiento: capital semilla, préstamos blandos y capital de riesgo para escalamiento.

Actualmente, las empresas que se han metido en microfinanzas en Panamá, no les ha sido fácil porque la escala del país no da para que sea rentable. Las que han sobrevivido están altamente subsidiadas y por ende no son auto sostenibles. En ese sentido, reconoce la labor que hecho Banesco Panamá al enfocarse en el emprendimiento. “No es fácil porque se han enfocado en la base de la pirámide donde hay temas más de fondo como actitud, expectativas y otros temas. Si lo enfocan en la promoción del espíritu emprendedor y pueden dar seguimiento a un par de casos (que no se quede solo en las capacitaciones), pueden dar un par de testimonios del antes y el después sería muy poderoso comunicacionalmente, le daría mucha credibilidad al programa e inspiraría a que más gente se sume”, concluyó. 

Emprendedores Banesco3 es un programa gratuito de formación que brinda herramientas administrativas, gerenciales, personales y técnicas, para mejorar la producción del negocio y hacer más competitivo a los emprendedores mayores de 18 años, cuyo único requisito es saber leer y escribir. Consiste en un curso de 40 horas de duración, dividido en nueve módulos y se extiende en todo el territorio nacional.

Punto tres: Actitud, coraje y perseverancia… el rostro de emprender
En busca de la otra perspectiva, converso con Moraima Sangronis, una docente jubilada y emprendedora innata. “Emprender requiere sagacidad, perseverancia y pasión”, su mirada brillante y su sonrisa cálida, así lo dejan ver. “Yo garantizo la calidad de mis productos; para mis clientes lo mejor”… Y esta escaladora de sueños escritos, puede dar fe de ello porque me he convertido en una adicta a las empanadas, tequeños y cepillados (mejor conocidos en Panamá como “duros”), de la mano experta de Moraima. Su determinación habla mucho de la pericia con la que fija y alcanza cada reto, pero sobre todo con el amor que le pone. Ella es apenas una de las muchas personas que me rodean y que decididamente han optado por esta ruta del “yo puedo, yo quiero”, algunos a medio tiempo o que lo arrancaron como pasatiempo, otros tantos que dejaron sus días de proletariado atrás para sumergirse en esta aventura inundada de aprendizaje. 

Dice sabiamente un emprendedor a quien admiro mucho: “Entendí que para ser un empresario de este siglo, hay que apalancarse en la tecnología, la innovación, la globalización y el conocimiento. No tengo planilla, ni bodegas, mi inversión es mínima, pero lo que más disfruto es ver a las personas desarrollar sus habilidades y aumentar su confianza. Cada día que pasa es un día menos de vida que nos queda. Hay que vivir con pasión”.

En resumen…
Todo emprendimiento3 nace de una idea que, por diversas razones, despierta en una o más personas el interés suficiente como para embarcarse en un arduo e incierto viaje que tiene como objetivo hacerla realidad. Hoy por hoy, gracias a las posibilidades que brinda la tecnología, no siempre es necesario contar con dinero para emprender un negocio; pero ciertos elementos, tales como la voluntad, la perseverancia y la determinación, siguen siendo indispensables.

Dice una frase inédita que “el conformismo es el carcelero de la libertad y el enemigo del crecimiento”. Emprender, sin duda, se trata de una suma de actitud, talento, idea, oportunidad y recursos. Desarrollar la madera para la que estamos hechos.




GG
www.gina-atzel.blogspot.com        
                                                                                                                                

sábado, 28 de mayo de 2016

Un propósito

¿Qué arista darle a una asignación profesional y educativa cuando se es neófito en el tema?  Me temo que me voy a divertir tremendamente en este nuevo pinito intelectual y de paso aprenderemos mucho en el camino.  Si bien he iniciado un diplomado dirigido a periodistas con énfasis en responsabilidad social, al considerarme una comunicadora innata, pero sobre todo una ciudadana consciente de unos cuantos males que nos aquejan como sociedad, esto me obliga a compartir cada experiencia y si con eso se logra que al menos uno más se alinee, seremos múltiples gotas de agua que suman a la inmensidad del mar.

Hace unos meses quedó grabada en mi memoria la frase “dichoso aquel que encuentra propósito en lo que hace”. Heme aquí, trepada en el cuarto piso, reinventándome, redescubriéndome de muchas maneras, convencida, hoy más que nunca, de lo mucho que disfruto escribir y la inmensa pasión que siento al involucrarme activamente en los asuntos de comunicación y responsabilidad social, partiendo desde el hecho de que esto empieza por mí, de las acciones que hago para no destruir, los esfuerzos que hago para infundir y asegurar un mejor ambiente para quienes me rodean.

Mucho se habla de la RSE (Responsabilidad Social Empresarial), como si fuese una moda, una forma de marketing, algún tipo de mecanismo filantrópico o de caridad que asegura la buena imagen. Otros estudios y la práctica misma indican que la cruda realidad es que la RS (Responsabilidad Social) es un tema de todos, no solo de organismos internacionales, multinacionales o grandes corporaciones. Es un proceso de mejora continua y voluntaria que permite ser coherentes, tomar decisiones, dar más allá de lo que la ley exige y que sin duda es cada vez menos opcional.

La RS habla de sostenibilidad en los planos económico, social y ambiental, de allí que su fin sea precisamente eso, “el desarrollo sostenible”. A nivel empresarial contribuye con los objetivos estratégicos, determina una clara diferenciación y una ventaja competitiva, por lo que se convierte en una expresión de hacer negocios de manera responsable, que toma en cuenta el impacto circundante tanto interno como externo y de sus grupos de interés. A nivel personal, nos exige como seres humanos, ser cónsonos con nuestro entorno sin creer que los padecimientos de nuestra sociedad y de nuestro medio ambiente son responsabilidad de otros.  En ambos casos, al hacer las cosas bien, nos blinda, nos convierte en constructores eficientes con propósito de un mundo mejor, no derivado de una simple falacia o de un sueño superfluo.

Hay otro punto que llama poderosamente mi atención y es lo relacionado a la reputación. Según la Real Academia Española, se refiere a “la opinión o consideración en que se tiene a alguien o algo. Es el prestigio o la estima en que son tenidos alguien o algo”.  Desde un ángulo más simple, la reputación dice mucho del buen nombre y honor. Es como la confianza, cuesta mucho edificarla y muy poco para ponerla en entredicho o destruirla.  La RS juega un papel preponderante en el cómo nos ven y tiene un fin con propósito legítimo positivo. Sin ahondar en muchas estadísticas, hoy se sabe que los estados financieros representan un modesto porcentaje sobre el valor real de las empresas, porque son los intangibles (imagen, percepción y/ o reputación, RS), los que determinan esto.

En el presente, nos vemos impactados por el riesgo de reputación marca – país y nos enfrentamos a una crisis que vemos con absorto desconcierto y para el que tendremos que tomar acciones contundentes, a fin de rescatar el buen nombre de Panamá y de todos los que habitamos en este pequeño terruño. Esto es un claro reflejo de que no estamos  exentos de cometer errores y definitivamente es una oportunidad para corregir el rumbo, mejorar de forma integral y adaptarnos a las exigencias y necesidades del entorno.

En otro contexto, me satisface saber que hay organizaciones comprometidas con generar valor, empresas con visión y ciudadanos conscientes.  Como parte de este proyecto, fue grata la visita a la torre MMG, hogar de Morgan & Morgan. Esta edificación cuenta con certificación LEED Gold (LEED - acrónimo de Leadership in Energy & Environmental Design. Es un sistema de certificación de edificios sostenibles, desarrollado por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos -US Green Building Council). La aventura de iniciarse por el sendero de la RS, se convirtió en un caso de éxito sobre las buenas prácticas que le ha devenido en importantes reconocimientos y credenciales. Puntos clave para ello han sido la planificación estratégica, la determinación y la comprensión desde la cúspide directiva del rol que cada uno juega y el valor que genera a través de las decisiones. Ser ejemplo desde adentro es fundamental, como lo debe ser para cualquiera que predique.

Mencioné la palabra hogar porque fuera de la apariencia impecable, se deja ver el esmero que se le puso a cada detalle de la infraestructura; se respira calidez y es tangible la buena energía del lugar. La gentileza y sencillez de quienes nos recibieron hablaron más que mil palabras porque es obvio el orgullo que les representa ser parte de esa familia. La gobernanza como factor importante para que la organización se responsabilice del impacto de sus decisiones, está cimentada sobre indicadores relevantes como lo son: derechos humanos (crearon una política de derechos humanos y cuentan con el programa Pro Bono*); colaboradores (bienestar,  capacitación, desarrollo profesional, voluntariado corporativo); medio ambiente (reciclaje, ahorro energético, GEM – Grupo Ecológico Morgan & Morgan); comunidad (Fundalcom – Fundación de Asistencia Legal Comunitaria), clientes (canales de comunicación de la gestión de RSE); y, proveedores (capacitación y guía de compromiso ético). Y un común denominador que fortalece cualquier estructura de RS: las alianzas. En el caso de Morgan & Morgan, aunado al compromiso de todos sus integrantes, marca una ventaja competitiva interesante y con gran alcance.

Hasta ahora mi rol ha estado parcializado hacia una vertiente de pasión como voluntaria en diferentes equipos en los que he trabajado tanto a nivel profesional como personal. Reitero la convicción de que tengo mucho que aportar y en este andar lleno de aprendizaje he encontrado un firme propósito de lucha y servicio incansable, en el que deseo muchos se sumen para marcar la diferencia.

Puede que mi voz suene lejos, porque una golondrina no hace verano, pero mis palabras se leerán de cerca y quedarán como huellas indelebles de lo que está por comenzar.

GG


*Esta expresión latina significa “para el bien público” y hace referencia a los servicios gratuitos que profesionales de distintos campos prestan a la comunidad. Se usa para designar al trabajo voluntario y si bien generalmente se relaciona con el servicio que abogados prestan  de forma gratuita, respetando ciertos estándares de calidad, la diferencia del trabajo pro bono con otras formas de voluntariado, es que esta práctica busca que los profesionales se comprometan con los conocimientos que ya poseen.