Vivimos en un sistema donde todo es para ayer, de ya para ya, la prisa nos carcome y el tiempo no alcanza y en donde el más vivo (supuestamente), siempre trata de tomar ventajas.
Cuentos nos han de sobrar porque con absoluta seguridad en más de una ocasión nos hemos sentido víctimas de esos peculiares personajes, que no por ser desconocidos, ya que la mayoría de las veces, hasta familia son, con artilugio y sin vergüenza hacen gala de “la cochina confianza”. Lo que para algunos rebasa el límite, para otros es de lo más normal, y es que estos frescos son especialistas en fingir demencia, al menos, para su conveniencia. Das el dedo, y te cogen la mano.
Alguna vez te viste en una situación así:
- Paga la cuenta (almuerzo, cena, traguito) y te reembolso. ¿Sigues esperando ese pago?
- ¿Le prestaste dinero para un supuesto apuro y todavía estás a la espera del pago? ¿Tuvo la delicadeza de excusarse o solo se hace el pendejo porque sabe que no le vas a cobrar? ¿Es esa cuenta un “apúntalo en el hielo” y aun así se frecuentan, van a su casa, le ves en buen panameño del 1 al 10 y siempre muy “priti” (pretty), pero no te paga?
- ¿Referiste a alguien para un préstamo informal y luego el prestamista te lo quiere cobrar a ti porque el susodicho no aparece? ¿Serviste de fiador y el deudor se dio a la fuga, por lo que continúas pagando por un bien que nunca utilizaste?
- ¿Por ser bien educado, te ofreces a ayudarle en algo, pero luego, quiere ayuda regular 24/7?
- Es final de quincena y… ¿quiere sacar azúcar, café o la leche de tu despensa? ¿muchas quincenas al año? ¡Ah y sin derecho a devolución!
- ¿Te han pedido un libro prestado, que ya diste por perdido? ¿O te lo regresan roto y en malas condiciones?
- ¿Te han pedido prendas de vestir o ropa interior prestada? Peor, ¿la han utilizado sin tu conocimiento?
- ¿Le ofreces posada un día y se quedó 5?
- ¿Se convirtió tu casa en un depósito? ¿Guárdame esto una semana, y resultaron ser 6 cajas y 6 meses?
- ¿La pareja de tu mejor amigo(a) te hace un comentario de mal gusto sobre éste o te ha hecho alguna propuesta indecente o piropo más indecente todavía?
- ¿Te viste en una situación difícil en la que te pidieron servir de alcahuete o mentir en perjuicio de otras personas? ¿Te han dicho algo como: no me viste; si te preguntan, yo estaba contigo?
- ¿Te tomaron días preparar una presentación, crear una solución, o planear algo, de lo que otro se anotó el crédito y lo hizo frente a ti? ¿Diste la cara por el grupo, pero todos sacaron igual calificación o evaluación?
- ¿Te han pedido prestado el carro, lo entregas limpio y con tanque lleno, y te lo devuelven sucio y sin gasolina?
- ¿Te pidieron que por favor le cuidaras el hijo(a) por 2 horas y resultaron 6 o llegó al día siguiente porque la resaca fue tanta, que no lo pudo recoger y ni siquiera te llamó?
- ¿Acabas de conocer a alguien que ya te tutea, te pasa la mano por la pierna, la cintura o quién sabe dónde, y se atreve a ponerte apodo, como si fueran amigos de toda la vida? ¿O te hacen un interrogatorio, tipo CSI?
- ¿Te dejan esperar y esperar y luego aparecen felices como si nada pasó?
- ¿Quedaste en evidencia por comentarios inapropiados o íntimos delante de otras personas que ni conoces?
- ¿Revisaron tu celular, tu cartera, tu escritorio, tu computadora, con o sin ninguna razón racional?
- ¿Te pidieron el favor de imprimir unas cositas urgentes, y resultaron ser 65 páginas que la dejaron sin tinta?
Es posible que ahora rían mientras recuerden esa anécdota o porque se sientan identificados con algunos de los ejemplos descritos, pero en el momento de lo acontecido, no creo que les haya causado gracia. Éstas, apenas son algunas de las que se pueden mencionar, porque hay otras situaciones tan bochornosas y descabelladas que sobrepasan lo inimaginable.
Para estos locos selectivos, hay que aplicar un poco de eso que su cerebro no logra procesar, y como se prefiera hacerlo, diplomática o sin pepitas en la lengua, ponerles un alto. Las veces que me ha pasado, honestamente, he sentido pena ajena. Me embarga la pesadumbre y se me turba el sentido común, ya que no logro racionar por qué hay gente que se aprovecha de la buena voluntad de los demás, o que carecen de principios tan fundamentales o de la mínima educación, pero como sé que lo que hagan, digan o piensen, está fuera de mi control, se convierte en una cuestión de establecer reglas claras o dejarme conguear (que me tomen por tonta), y, para ser sincera, no me gusta estar en la segunda opción.
Si estás en el grupo de los atrevidos – abusivos – compulsivos, piensa en aquello que no te gustaría que te hicieran y no se lo hagas a los demás. Si puedes reconocer que es un problema, pide ayuda y sino, llegará un día en que como todo, te encuentres con tu talón de Aquiles, y pasarás un gran mal rato.
Con el tiempo aprendemos que no somos reformatorios y por más que queremos a alguien, hay linderos infranqueables, malos hábitos y conductas extrañas, pues no podría decir “no cambiantes”, porque alguna vez me dijeron que solo Dios, las piedras y los estúpidos no cambian. No exponerse ante ese familiar, amigo, compañero, colega, conocido o perfecto extraño, y si aún, dentro del trato respetuoso que se les ofrece, incurren en un comportamiento que nos expone, nos ofende o perjudica, con la cordura de la que ellos carecen, decir NO.
GG
No hay comentarios:
Publicar un comentario