¿Dónde está al amor? No es la pregunta de un alma enfadada o de un corazón triste y perdido; es lo que se cuestionan muchos entre pensamientos abrumados, pocos lo dicen, casi todos lo piensan.
Las letras me han abandonado a pesar de la insistencia de muchos, porque la inspiración no se puede forzar, toma sus recesos o se educa con el tiempo. La mía parece viento rebelde que va y viene a su conveniencia o a su antojo…
En estos días de regocijo retomo cierta frase que dice: Navidad es el amor en acción. Cada vez que damos amor, cada vez que nos aman, es Navidad… Porque amó Dios tanto al hombre, que nos mandó a su Unigénito para salvarnos.
Ha pasado mucho tiempo desde que pude sentir que las mariposas invadieran mi vientre o que el piso que me sostiene pareciera desvanecerse… Ha pasado algo de tiempo sin experimentar esas extrañas sensaciones de quien sube ingenuo a una montaña rusa… Ese fuego que quema, esa llama que enciende el coraje… He esperado pacientemente, he buscado incansablemente y no importa cuántas batallas haya perdido, siempre voy a apostar al amor; es una guerra que todos merecemos ganar.
Hablo por aquellos que callan, aquellos que sufren en el silencioso y traicionero callejón de su mente o en la tibieza de su cama… Insisto por aquellos que han librado mil combates y encontrado la gloria, o por quienes se han perdido en el camino… Actúo por aquellos que se adentraron en laberintos de pasiones efímeras y ya no saben salir... Lucho por quienes se sienten agotados, frustrados y confundidos por la espera, por quienes se han decepcionado, por los que han dejado de creer.
Amar es una decisión, pero también es un acto de fe (igual que la oración). El corazón no se limita cuando de amar se trata porque es un sentimiento perfecto que se encuentra aún en la obra más llana, en lo inevitable, en lo sublime… Te hace grande en la tormenta, te fortalece en la pena, te ilumina en la turbiedad y te sobrevive después de la vida porque es la manifestación de eternidad.
No hay nada que detenga el encuentro escrito, el destino sellado. No hay desesperación que no se aplaque, ni miedo que no se supere. Si te preguntas dónde está, quizás estés buscando en el lugar equivocado porque el origen de todo está en ti. Nada da quien nada posee. Si lo tienes y lo has olvidado, cuidado porque con la misma fuerza con que se forja, se puede fundir. El amor es perfecto, nosotros apenas somos seres perfectamente imperfectos.
No hay mayor soledad que la de no saber caminar con ella porque para saber amar, hay que saber de soledad. No pierdas el ritmo, no abandones la marcha.
Bien te digo: Si me escuchas – no me rindo… Si me buscas, estoy lista y aquí te espero.
GG
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